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Alquila tu diversión

20 Sep

El 48,4 por ciento de los hogares españoles con niños entre cero y cinco años de edad dedica anualmente entre 5 mil y 7 mil euros al cuidado y manutención de cada hijo. Cerca de 8 por ciento de este presupuesto se emplea en la compra de juguetes. La tienda Kechévere nace en Barcelona de la mano de Lázaro Chacón y Carmen Carballo como una idea pionera en España que se dedica al alquiler de juegos y juguetes para niños a partir del año y medio de vida, permitiendo a los pequeños disponer de variedad de juguetes, y a los padres, ahorrar dinero y espacio.

 

En países como Estados Unidos o Suiza el alquiler de juguetes para niños es una práctica bastante extendida, y los sitios en donde se pueden encontrar son conocidos como ludotecas -en España este concepto se aplica generalmente a las guarderías(1)-. “Cuando vivimos en Suiza prácticamente no comprábamos juguetes para nuestro hijo, porque íbamos a la ludoteca y alquilábamos dos o tres juegos por semana, así que cuando llegamos a Barcelona nos encontramos con que comprar juguetes era muy costoso, y que nuestro hijo no tenía ni uno solo”, recuerda Carmen Carballo, cofundadora de Kechévere.

Después de valorar todas las ventajas y desventajas de abrir un negocio, Carmen y su pareja, Lázaro Chacón, lanzarse a la aventura: tocaron puertas, buscaron asesoría y financiación, pero sobre todo un local acorde a su plan empresarial.

Aunque muchas entidades se mostraron receptivas y abiertas a la idea, la única organización que les apoyo desde el principio, les orientó e hizo que su proyecto saliera a flote, fue el área de autoempleo del Vapor Llonch, en Sabadell. “La verdad fueron como unos ángeles para nosotros, porque desconocíamos que podíamos ser emprendedores, y no teníamos ni idea de lo que teníamos que hacer, y allí nos ayudaron a dar muchos pasos”, asegura Lázaro.

Concretamente desde el mes de junio funciona en el número 76 de la calle Lope de Vega, en Sabadell, la tienda Kechévere: un lugar donde se pueden alquiler juguetes y juegos para niños a partir de un año y medio de vida y para toda la familia. Una propuesta que permite disponer de variedad, ahorrar dinero y espacio al tiempo que los niños exploren y aprovechen realmente la diversión que les puede proporcionar cada juguete.

Juegos y Juguetes para todos
Hasta el momento la idea de Carmen y Lázaro ha sido bien recibida por los vecinos. Desde que abrieron, en el mes de junio, cuentan con más de 50 socios, y son varias las personas que se acercan con curiosidad a preguntar cuánto cuesta el alquiler de una moto para niños, una bicicleta o un puzzle.

En Kechévere se pueden encontrar diversidad de juguetes y juegos, clasificados de acuerdo a la edad, y etapas de aprendizaje, así como también juegos para toda la familia. La opción de alquiler puede ser de tres días, de siete o de 21 días, dependiendo el tipo de juguete y el precio va de 75 céntimos de euro a 20 euros.

Esta singular propuesta permite a los padres jugar con sus hijos, enseñarles a cuidar más los juguetes y saber si realmente vale la pena comprarle el mismo juguete o uno similar. “Los padres se gastan mucho dinero en comprarle juguetes a sus hijos y son pocos los que el niño utiliza. Con la idea de nuestro negocio pueden sopesar si compran un juego u otro, o resulta ser una interesante alternativa para quienes vienen de vacaciones o no tiene un domicilio por cuestiones de trabajo fijo”, explica Carmen.

La higiene, la seguridad y la calidad están aseguradas en este negocio. El método de alquiler es muy sencillo, hacerse socio es totalmente gratuito y se puede participar de diversas promociones y descuentos que se realizan. “Todos nuestros juguetes han pasado un control de calidad, están higienizados y en perfectas condiciones para ofrecer a nuestros clientes un servicio con garantías” comenta Lázaro.

De momento, estos dos emprendedores marchan con paso lento pero seguro, porque saben que tienen una idea de negocio novedosa, dirigida a uno de los públicos más exigentes y sinceros: los niños.
(1) Ludoteca deriva del latín ludus (juego, juguete), y del griego théke (cofre, caja).

 

Más información:
C/Lope de Vega 76, 08204 Sabadell
(Barcelona)
Tel: 93 711 49 47
Publicado en Tribuna Latina 24/01/2008

El mágico oficio de una titiritera

20 Sep

 

 

 

 

 

La profesión que escogió Leticia Paula Fried es prácticamente milenaria y pertenece a todos los rincones y todas las épocas del planeta. Su trabajo a través de hilos, espumas y varillas, consiste en hacer que tanto adultos como niños se ilusionen y diviertan cada vez que se abre el telón.

La Columna Curvada, representada por un caballito de mar, es el nombre que esta titiritera le dio a su taller de creación y laboratorio de experimentación y aprendizaje. “Éste es un pez marino fascinante que integra diversos conceptos que definen en buena parte el trabajo que yo realizo: elasticidad, movimiento, belleza, diseño, estética e incluso representa la fidelidad”, comenta.

En su taller, como ella misma describe en su página web, se ocupan de animar el escenario y dar alma al espacio escénico mediante objetos, a través de una amplia variedad de materiales y técnicas. La elaboración de mascotas publicitarias, máscaras, puppets para teatro, escenografías, confección de vestuario ornamentales y maquillajes fantásticos, son algunas de las líneas de acción que se manejan en La Columna Curvada.

 

Las marionetas que fabrica Leticia varían en tamaño y construcción, y pueden moverse a mano o mediante cualquier otro artificio. Pero lo más increíble del arte de ser titiritero es dar vida a una espuma o un pedazo de látex, ya que se tienen que convertir en mecanismos autónomos, capaces de expresar, a través de sus diseños y movimientos, sentimientos o estados de ánimo.

“Es un trabajo en el que convergen muchas disciplinas y en el que se emplean herramientas utilizadas en la mecánica o la electricidad. Para dar vida a un títere tienen que confluir muchos aspectos, de tal manera que el espectador se sienta inmerso en la historia que le están contando, o que la creaciones sean capaces de hablar por sí solas. Además, tienen que estar muy bien elaborados para que se puedan manipular”, puntualiza.

Los cerca de 18 años de experiencia profesional de esta uruguaya abarcan diversos campos relacionados con las artes escénicas y plásticas. No en vano gran parte de sus creaciones conjugan elementos del teatro, la danza, la música, el espectáculo y la organización espacial. Actualmente expone una colección de catorce máscaras de mitología catalana de forma itinerante dentro de la comarca del Barcelonés y se encuentra inmersa en la creación de un proyecto teatral.

Radiografía de Leticia Fried
Aunque Leticia nació en Montevideo, Uruguay, su corazón está clavado en Buenos Aires, Argentina, ciudad donde creció y se despertó su pasión por esa invención tan fascinante llamada marioneta. “Recuerdo que cuando pequeña siempre estaba construyendo muñecos; pasaba muchas horas de mi tiempo libre creando títeres con su teatrillo y luego, los manipulaba e interpretaba obras de teatro para mi familia o mis amigos”, recuerda.

Esta uruguaya que estudió bellas artes, danza e interpretación, se puede definir como una emprendedora en el sentido más amplio de la palabra. En Buenos Aires trabajó como profesora de dibujo, actriz en diferentes espectáculos y comedias musicales, realizadora de títeres y vestuarios, y además, empresaria, ya que en 2001 creó El Grupo Aparte, y estrenó un espectáculo de títeres de mesa en pequeño formato llamado “La Herencia”, presentado en el Instituto Universitario Nacional de Artes, de Argentina. Ese mismo año, el grupo de creación de títeres al que pertenecía ganó el Premio Estrella de Mar 2001, al mejor espectáculo infantil, con la escenificación y caracterización de los personajes de «La Sirenita».

En el año 2003, a su llegada a Terrassa (ciudad ubicada a 40 minutos de Barcelona), donde reside y tiene sede La Columna Curvada, también realizó talleres de formación complementarios de fotografía, acrobacias, danza y actuación, con el fin de enriquecer y añadir nuevas técnicas a los personajes que crea. “Continuamente estoy realizando talleres relacionados con diversas artes, porque ello me permite tener una visión más amplia de todos los componentes a tener en cuenta en la creación de un títere, añadir nuevos elementos, y ser muchos más creativa a la hora de diseñar”, comenta.

Su entrada en los platos de televisión españoles inició con los títeres más famosos de la televisión, los intérpretes de la canción: “Buenas noches, hasta mañana, los niños y los Lunnis nos vamos a la cama…”, y con la que se van a dormir millones de niños en España. Leticia tuvo el placer, como ella misma dice, de formar parte del amplio equipo de profesionales que dan vida a Lucho, Lublú, Lupita o Lulila, algunos de los personajes más queridos por los niños. “Trabajar moviendo los hilos de los Lunnis fue una experiencia supremamente enriquecedora tanto a nivel profesional como personal, porque estás haciendo parte de los personajes que alimentan las ilusiones y las fantasías de miles de niños”, explica.

La aportación de esta emprendedora ha sido también de alguna manera terapéutica, ya que ella diseña y construye títeres de varilla para que sean empelados en el aprendizaje de niños y personas con discapacidad. Su último trabajo se centró en la elaboración de títeres de varilla para la asociación Fupar, de la Caixa de Terrassa, que trabaja por la integración social y laboral de las personas adultas con discapacidad psíquica y minusvalías físicas y sensoriales.

Más información:
Leticia Fried
www.lacolumnacurvada.com

Publicado en Tribuna Latina 17/03/2008

 

Kua, cocina creativa y divertida

20 Sep

Neus Martí y Aldo Barragán, son los creadores de Kua, una idea de negocio que a través de la creación de utensilios y complementos para la cocina, proponen la elaboración de diversas recetas culinarias. Gracias al lema: cocina creativa y divertida, estos dos emprendedores contribuyen a la ejecución de proyectos alimentarios en países del Sur, la preservación de la cultura gastronómica y el respeto por el medio ambiente.

Aunque la idea de centrar su propuesta empresarial en la fabricación de herramientas de cocina surgió de manera casual, la trayectoria profesional, la procedencia y la convicción de estos dos diseñadores fueron determinantes para echar a andar su proyecto. Neus, que nació en la capital catalana, tiene un pedazo de su corazón en América Latina, porque ha dedicado buena parte de su vida profesional a la ejecución de programas relacionados con la soberanía alimentaría y las ciencias ambientales en esta región. Vivió en Perú durante dos años, donde participó en un programa de desarrollo alimentario y conoció de cerca los problemas de gestión y desarrollo local que tienen algunos de los países andinos.

El segundo componente de Kua, es Aldo, un defensor acérrimo de la comida sana, y un fiel embajador de la cultura gastronómica de su natal México. Él se especializó en mercadotecnia y en el diseño de los productos de su empresa, fusiona lo mejor de la cultura mexicana y española.

 

Por el momento, el primer y más conocido utensilio de cocina creado por esta joven empresa radicada en Barcelona consiste en la reinvención de la tortilladora, una de las herramientas de cocina más utilizadas por los mexicanos, y que permite la fabricación bien sea de forma doméstica o industrial, de una de las exquisiteces que han hecho famosa la cocina mexicana a nivel mundial. Gracias a la Prensa Kua y sus utilidades, no sólo se pueden elaborar las tradicionales tortillas mexicanas, sino también, platos de diversos rincones del mundo. “Nuestra prensa conserva las características esenciales de la tortilladora mexicana, pero su nuevo diseño y los materiales empleados, permiten que cualquier persona pueda crear diversos platos de la cocina mexicana, india, napolitana y árabe”, Explica Aldo.

Reinventar los usos
Kua representa la comida sana y su elaboración de forma fácil, rápida y divertida. Su nombre, que deriva de la palabra Cua, proviene de la lengua Náhuatl hablada por la civilización azteca entre los siglos XIV y XVI, d.c, y que se refiere a lo sano, lo bello y lo saludable de todos los alimentos que nutren el espíritu y el cuerpo.
Amparados en esta filosofía que han llevado al ámbito empresarial, Kua, desde sus inicios, decidió dotar a la tradicional tortilladora mexicana, con otros usos y convertirla en una herramienta de cocina, no sólo para mexicanos, sino también para personas procedentes de otras culturas que desean realizar sus platos de forma artesanal, y para quienes quieren explorar la cultura culinaria que ofrecen diversos países. Así pues, preparar la masa para una pizza napolitana, parathas y chapatis (panes de la india), tacos, flautas, quesadillas, empanadillas, arepas venezolanas o pan árabe, pueden elaborar de manera artesanal y sana.

El set de la Prensa Kua incluye una pequeña prensa de madera, un cesto elaborado con fibra natural y un paño de algodón para conservar los alimentos calientes, plásticos de uso alimentario para la elaboración de las masas y un recetario en cinco idiomas (Español, inglés, francés y portugués), con instrucciones que explican de manera detallada y sencilla, los pasos a seguir para la elaboración de distintas masas. “A pesar de que en la proyección de un nuevo modelo de tortilladora empleamos un año de trabajo, hasta conseguir un diseño practico, ergonómico, fácil de guardar e higiénico, en la elaboración del recetario invertimos la mayor parte de nuestro tiempo, ya que probamos absolutamente todas las fórmulas para conseguir que platos como la pizza, o los panes indios quedaran tan gustosos y ricos como lo son elaborados tradicionalmente”, comenta Neus.

Desde el 2006, año en que comenzó a funcionar Kua, sus productos y filosofía de trabajo han tenido una buena aceptación. Gran parte de los clientes que adquieren el set de Kua, son mexicanos que residen en España y otros países de Europa, así como españoles, que desean incluir en sus dietas platos de otros países del mundo. Sus productos se pueden adquirir en cooperativas, tiendas de regalos, grandes superficies y restaurante de comida latinoamericana.

Comprometidos con los países del sur
Los aztecas creían que había un estrecho vínculo entre los divino y lo humano a través de los alimentos y la agricultura, no en vano el ingrediente más importante de la cocina azteca fue el maíz, un cultivo que incluso desempeñaba un papel central en su mitología y que era comido principalmente en forma de tortillas. Los creadores de Kua comparten de alguna manera las creencias de los aztecas y con sus productos abogan por la preservación de la comida tradicional, sana, y en equilibrio con la madre tierra. “Nuestra propuesta empresarial no sólo desarrolla el concepto de un producto, sino que trabaja por la preservación del medio ambiente, y participación en proyectos alimentarios en países del Sur”, asegura Neus.

La fabricación de los diferentes utensilios de Kua tiene un valor especial ya que, la madera empleada proviene de plantaciones cultivadas por empresas que cuentan con la certificación internacional FSC (Forest Stewardship Council) que avala el uso responsable de los bosques, y además, parte de las ganancias que perciben por la venta de sus productos, son destinados a la ejecución de proyectos alimentarios en Latinoamérica.

Actualmente los fundadores de Kua trabajan en el diseño de más utensilios de cocina y en un proyecto de gestión agrícola menos intensivo y más limpio, que respete los conocimientos de las comunidades.

Más información
www.prensakua.com

Publicado en Tribuna Latina. 13/05/2008

Emprendedora por naturaleza y camionera por casualidad

17 Sep

María del Carmen Piedrahita eligió una profesión en la que ser mujer y madre soltera son una doble razón para ser discriminada. Ella trabaja en uno de los sectores liderados por los hombres: es camionera y tiene una empresa de transportes. Actualmente, varias compañías españolas le confían el envío de sus mercancías. Próximamente inaugurará, en el polígono industrial de Can Castell de Canovelles, un área de servicio que incluye un lavadero para camiones y coches, un bar-restaurante y un servicio de duchas.

La primera vez que la colombiana Mari Carmen Piedrahita emigró lo hizo a Venezuela, acompañada por uno de sus hermanos. Viajaron de noche, pasaron hambre durante casi tres días, y con la ayuda de un guía, al que tuvieron que darle todos sus ahorros, pasaron desde la ciudad de Cúcuta, en Colombia, a Venezuela. Lograron cruzar el vigilado paso de la ciudad fronteriza de San Antonio de Táchira. Eso sí, el recorrido duró casi dos días, apurando el paso de noche y con machete en mano para cortar la maleza y atravesar el monte. En ese entonces, corría el año 1984, María del Carmen tan sólo tenía 13 años. Éste sería su primer alto en el camino, en un viaje con infinidad de paradas que la llevarían a tres países diferentes.

El sueño de trabajar en Venezuela y conseguir dinero le duró poco. A los seis meses de estar allí, donde vivía con dos de sus hermanas mayores, tuvo una discusión con una de ellas y sin mediar palabra ni atender razones, la enviaron en un bus de vuelta a Santuario, su pueblo natal, ubicado en el corazón del departamento de Risaralda.

Para María del Carmen, bautizada así en honor de la virgen del Carmen y patrona de los conductores en Colombia, volver a su país fue la oportunidad perfecta para finalizar el colegio, estudiar estética y peluquería, y volver a Venezuela. La segunda vez que cruzó la frontera tenía 16 años y contó con más suerte. Viajó en avión y llevaba un título debajo del brazo con el que esperaba encontrar un buen trabajo. Cuando aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Maiquetia Simón Bolívar conoció a David Carillo, un ecuatoriano que se convirtió en el amor de su vida y en el padre de Ray David Carillo, su hijo mayor.

Una vida llena de tropiezos y dificultades

Durante los tres años que vivió en Venezuela trabajó en dos peluquerías y se dedicó a la venta de piedras pintadas. “Como el dinero que ganaba no me alcanzaba, me iba a la playa a coger piedras, las limpiaba y les pintaba los signos del zodíaco, paisajes y mensajes de amor. Las colocaba en una sábana y me iba a venderlas a la salida de los centros comerciales y los colegios, pero en más de una ocasión me toco dejarlas tiradas y salir corriendo porque la policía perseguía a los vendedores ambulantes”.

 Era el año 1990 y la economía en Ecuador marchaba bastante bien, así que Mari Carmen y David decidieron dejar Venezuela en busca de nuevas oportunidades. Una vez instalados, Mari Carmen empezó a trabajar como vendedora de caramelos y camisas. “Yo vendía camisas en las tiendas de los centros comerciales, en oficinas y en comercios; la gente me llamaba “la señora de las camisas” y gracias a Dios vendí tanto, que en unos años logré montar mi propio negocio, pude comprarme una casa, un coche y vivir bastante bien, pero al poco tiempo lo perdí todo. Mi marido tenía cáncer de pulmón y los médicos me dijeron que le quedaban tres meses de vida. Yo busqué a los mejores médicos, las mejores clínicas para que le realizarán alguna operación que lo pudiera salvar. Así que me fui para Medellín y di mi autorización para que le practicaran una intervención quirúrgica. A pesar de que los médicos me dijeron que las probabilidades de que viviera eran de un 40%, yo prefería aferrarme a eso que a nada”.

Para poder costear los gastos de los médicos, los viajes y la operación, Mari Carmen tuvo que venderlo todo, incluso los juguetes de su hijo. Finalmente, su marido falleció, y como no tenía dinero para llevar el cuerpo hasta Ecuador, lo incineraron en Medellín, tuvo que meter sus cenizas en una bolsa de basura, y llevarlas en un bolso hasta su país. Además, se quedó con una deuda que en ese momento ascendía a los 30 mil euros.

Pero María del Carmen se volvió a levantar y empezó a vender nuevamente camisas. El negocio no fue muy bien y comenzó a probar con la venta de chaquetas de cuero. “Las compraba en Ecuador y las vendía en Colombia a un buen precio”, dice. En uno de esos viajes quedó embarazada. Su segundo hijo se llama César y ya tiene 12 años. “Mi familia siempre me dice que me fui por cuero y volví con un cuerito”, cuenta.

 Durante esta travesía de ires y venires, María del Carmen volvió a Colombia, abrió una discoteca, una red de distribución de teléfonos monederos, un restaurante y vendió condimentos para cocinar.

Una camionera entre machos

La última parada de esta emprendedora fue Barcelona. Vivía en Ecuador cuando, en 1999, con la dolarización, subió el valor de dicha moneda y congelaron sus cuentas, le embargaron todo lo que tenía y prácticamente nadie le canceló las deudas pendientes.

En Barcelona empezó trabajando en un restaurante donde pasaba casi todo el día y ganaba 80 mil pesetas. Decidió buscar un trabajo en el que pudiera ganar más dinero. Fue entonces cuando se empleó como azafata de autobús, y ello marcaría el inicio de lo que hoy es su proyecto empresarial. “Yo me di cuenta de que los conductores se ganaban la vida bastante bien, entonces opté por esta profesión. Al principio fue bastante difícil, pero afortunadamente conté con la ayuda de un amigo que a veces me dejaba su camión para que yo practicara, porque yo sólo sabia conducir turismos y en mi vida había conducido un camión o un autobús”.

“Recuerdo que me fui de empresa en empresa buscando trabajo, hasta que un día me dieron la oportunidad; me dijeron: “María del Carmen, está tarde se tiene que ir para Italia a descargar éste camión”. Ese día el mundo se me vino encima, el camión que tenía que llevar medía 18 metros de largo, y yo ni había estado en Italia, ni mucho menos sabía llevar un monstruo de esos. Gracias a Dios nunca me pasó nada, y realicé muchos viajes a Italia y a otros países”
Tres años después, María del Carmen tuvo la oportunidad de comprarse su primer camión, ahorrar dinero y comprarse otros tres. Ahora es autónoma y trabaja transportando la mercancía de varias empresas españolas. Su éxito no es casual, porque la tenacidad y el empuje los lleva en las venas

 

Virtuosos del diseño

10 Sep

Foto: Elisabeth Maldonado

La historia profesional y personal de estos emprendedores comenzó en Colombia, continuó en New York y finalmente se estableció en España. Daniela y Augusto, ambos de 26 años, son pareja desde hace 15 años, compañeros de profesión y más recientemente socios. Puede decirse que la idea de Croxé se gestó en la última fase de su formación profesional, puesto que ambos son licenciados en Realización de Cine y Televisión, y gracias a la creación de una joya personalizada que hicieron a un amigo, sentaron las bases de lo que hoy en día es una reconocida marca, presente en diversas pasarelas, tiendas y vitrinas del mundo.

Cuando estos dos especialistas en la realización de documentales culminaron sus estudios de cine en la Universidad Nacional de Colombia, ya realizaban algunas joyas que vendían de manera informal a sus amigos y conocidos, pero que poco a poco se fue consolidando como una alternativa profesional, cuando estuvieron durante algunos años en New York. Allí, en el año 2002, empezaron a crear más diseños y a distribuirlos entre más personas, que les animaron a materializar definitivamente el plan empresarial de Croxé. “Empezamos a darnos cuenta que los diseños gustaban mucho y que tal vez teníamos que tomarnos más en serio la idea de enfocar todos nuestros conocimientos y proyectos en la creación de joyas”, comenta Daniela

 

Aunque su estancia en la ciudad de los rascacielos les proporcionó la oportunidad de conocer las tendencias, materiales y tipos de bisutería que marcan estilo en Estados Unidos y América Latina, decidieron dar el salto al viejo continente y establecerse en una ciudad amparada por diversas tendencias artísticas y culturales que les permitiera dar más amplitud a sus creaciones. El lugar escogido fue Terrassa, una población cercana a Barcelona, donde desde el año 2005 tienen su taller y confeccionan de manera totalmente artesanal, collares, pulseras, anillos, pendientes y broches.

Bisutería de autor
Croxé complementos, que debe su nombre a la tradicional técnica del ganchillo conocida en Holanda como “haken” y en América Latina, Francia e Italia como “croché”, ha entrado pisando fuerte en el mercado europeo y oriental con creaciones únicas, funcionales y elegantes, en una época en la que la bisutería de alta gama se ha convertido en un accesorio fundamental en el vestir.

 A través del cine los fundadores de Croxé, encontraron una vía para dar continuidad, de manera exclusiva y permanente a sus otras dos grandes aficiones: el diseño y la fotografía. Por una parte, todas las creaciones de su marca están inspiradas en diversos géneros del cine, así como sus grandes divas y directores, y además, ellos mismos son los responsables de manejar el área de comunicación y marketing de su empresa. Daniela es la modelo insigne de Croxé, presente en todos los catálogos y vídeos promocionales que el propio Augusto retrata, filma y diseña.

Según estos jóvenes diseñadores, un mercado tan competitivo y exigente como el de la bisutería de alta gama, requiere de la mejor selección de materiales para poder competir con calidad, diseño y creatividad, por ello las materias primas que utilizan en sus trabajos son las mejores en su categoría y proviene de distintos países.

Para confeccionar piezas tan sublimes, coloristas y explosivas, como las fabricadas para la colección primavera – verano 2008, han utilizado metal de Grecia, fornituras y botones de Italia, así como, el famoso cristal de Swarovski, que gracias a sus formas variadas, y a la profusión de sus colores, sus creaciones son exclusivas, y con un toque de sofisticación. “Cada una de nuestra piezas tiene su sello, son creaciones propias que al igual que las obras hechas por los grandes maestros como Fellini, Flaherty o Hitchcock, marcan una tendencia y una clara diferencia con respecto a los demás”, explica Augusto.

Piezas multiusos
Algunas de las piezas confeccionadas por Croxé no sólo son originales sino además innovadoras, porque permiten que un collar pueda convertirse en tres brazaletes distintos, en cinco pendientes o en una gargantilla. Precisamente su capacidad de creatividad les llevo a ganar en el año 2007, el premio europeo al Diseño Vanguardista de la Feria Eurobijoux 2007, que se celebra anualmente en Menorca y que les seleccionó en la categoría de fabricantes profesionales. Según la opinión del jurado el galardón se entregó a Croxé “Por la originalidad en la combinación de materiales y composición de sus piezas, así como, la posibilidad que ofrece al consumidor de transformar sus diseños”.

En palabra de los colombianos creadores de Croxé, el estilo que les define esta fuertemente ligado a su capacidad de adaptarse a diversos estilos, que comulgan con tres valores fundamentales: originalidad, glamour y exclusividad. “Las dos colecciones anuales que realizamos buscan satisfacer gustos muy variados, desde divertidas piezas pensadas para un look cotidiano con un punto chic, hasta piezas elaboradas con cristales de alta gama para ocasiones especiales”, asegura Augusto.

Actualmente Daniela y Augusto, junto con el equipo de diseñadores y creativos que trabajan en el taller, están preparando la colección de otoño e invierno 2008-2009, centrada en los grandes clásicos del cine alemán y que para esta ocasión se apostará por el uso de ilustraciones en sus obras.

Una metáfora de cristal

10 Sep

El oficio de la venezolana Nhianyha Mejías se remonta a la Roma del siglo III, cuando por primera vez se empezaron a moldear figuras de cristal. Su trabajo, que requiere de una gran precisión y concentración, consiste en manipular el vidrio y lograr que gracias a los efectos de la luz, las formas y los colores, sus obras adquieran profundidad, calidez y belleza. Sus vitrales que conjugan ingenio y armonía, son diseños únicos que pueden verse en iglesias, casas, espacios públicos y colecciones de arte privadas.
 
19 años han pasado desde que Nhianyha se adentrara en el mudo del vitral. Conocida en su tierra natal, entre otros, por su trabajo como docente y restauradora de vitrales en la Catedral de San Felipe Neri, el de la Sinagoga Manguen David en Caracas o sus múltiples exposiciones de pinturas individuales y colectivas, esta emprendedora lleva residiendo 6 años en España, dónde dirige Metaphora Vitralls, su taller y tienda de vitrales y cuadros, junto a su mano derecha y ayudante, Gina Parra.

Esta artista plástica aprendió a crear vitrales como antaño se hacía. Todos los conocimientos los adquirió durante los seis años que estuvo como aprendiz en un taller en Venezuela. Allí, gracias a sus habilidades, a la observación y su capacidad creativa conoció las técnicas empleadas en la elaboración de los llamados cuadros lumínicos. Su mentor, al que le guarda profundo respeto y cariño, fue quien le enseñó gran parte de las cosas que hoy en día sabe, y que aún continúa aplicando con el mismo esmero y pasión con que lo realizaba en sus inicios.

Su aterrizaje en Barcelona fue en el año 2001, cuando salió de San Antonio de los Altos (Venezuela), con el fin de obtener en una universidad catalana el título de Bellas Artes Europeo. Ésta fue la primera vez que se dio de bruces, cuando le dijeron que sabía demasiado para perder el tiempo estudiando algo que ella ya conocía y manejaba de sobras. ”Mi ilusión como artista, era venir a Europa y conseguir la titulación europea en arte, ya que en Venezuela sentía que me faltaban cosas por hacer, pero cuando llegué a Barcelona me di cuenta que Europa no era lo que había pensado”, recuerda.

Nhianyha decidió quedarse en la ciudad condal y probar suerte con su trabajo como vitralista, al fin y al cabo, estaba en Europa y aquí podría encontrar los materiales, el espacio y el entorno necesario para comenzar a diseñar y fabricar vitrales. Fue la segunda vez que encontró la desilusión, porque durante meses estuvo buscando una empresa que comercializara los vidrios que necesita para trabajar y vender sus productos, pero le resultó prácticamente imposible. “Fue súper difícil hallar una empresa que se dedicara a la venta de vidrios para crear vitrales, me imagine que aquí podría encontrar de todo lo que había en mi país, o por lo menos cosas similares, pero estaba totalmente equivocada”, explica.

Bien sabe esta artista que de los tropiezos se aprende y que de cada fracaso surge una nueva oportunidad. Finalmente, después de buscar y buscar, gracias a su asistencia a una feria, encontró materiales y logró realizar algunos contactos que tiempo después le ayudarían en la consolidación de su negocio.

Oficio de tradición masculina
Con la intención de crear atmósferas únicas que reflejen la esencia de las personas y los espacios para quienes están creados, Metaphora Vitralls abrió sus puertas en marzo del 2002. Para Nhianyha que trabaja la técnica Tiffany y del vitral en plomo, esta última las más antigua y conocida, no le fue nada fácil incursionar en un mercado liderado por hombres y en un sector donde se mira con recelo a los pocos artistas que se dedican a ello. Su empresa comenzó ofreciendo una pequeña muestra de su trabajo en tiendas de restauración y decoración, hasta que acertadamente se instaló en Mercantic, el único espacio en España dedicado a la compra y venta de antigüedades, subastas y comercialización de elementos arquitectónicos, ubicado en Sant Cugat del Vallés (Barcelona) y por donde pasan al año millones de personas provenientes de todo el mundo, interesadas en encontrar elementos decorativos de colección y obra de arte.

Metaphora Vitralls comenzó con un espacio de 18 metros cuadrados y la visita de clientes que al ver a dos mujeres jóvenes manipulado el vidrio y oír su acento latinoamericano, se mostraban reticentes a creer que los vitrales, y los elementos decorativos que están expuestos en el taller, fueran hechos por ellas. ”Al principio a la gente le costaba creer que Gina y yo conociéremos la técnica del vitral, por ello, nuestra mejor publicidad no sólo son nuestras obras sino la opción que tienen quienes están interesados en ello, de poder ver paso a paso cómo se construye un vitral, puesto que Mercantic al ser un espacio abierto, es prácticamente interactivo” asegura.

Metáfora lumínicas
Para esta venezolana que superó con creces a su maestro, los vitrales son una metáfora lumínica y una verdadera obra de arte que refleja el alma de aquellos para quienes ha sido concebido. Desde el proceso de creación, hasta el diseño y puesta en marcha del trabajo, que puede llevar una media de 60 días, se tiene en cuenta no sólo el espacio donde se ubicará el vitral, sino también las características más peculiares y personales de sus clientes. “Vamos a su casa, conocemos su entorno y de acuerdo a ello, creamos un diseño exclusivo para cada ambiente. No vendemos por catalogo ni reproducimos trabajos de otros vitralistas, nuestros diseños son únicos y personales”, asegura.

Hoy Metaphora Vitralls cuenta con 55 metros cuadrados de los cuales, una parte de ellos están dedicados a una tienda donde se exponen lámparas, mosaicos, espejos, apliques y candelabros hechos en vidrio, así como también joyas y utensilios fabricados por otros artistas que emplean el vidrio, bien como elemento principal o como complemento decorativo. En su haber se cuenta la fabricación de vitrales para colecciones privadas, así como la restauración de los vitrales en la Casa de les Punxes en Barcelona, y la creación de un vitral para la película Frágiles, el cual tuvieron que realizar en un tiempo récord de 24 horas.

¡Viste tu cabeza

31 Ago

Las argentinas Andrea Anunziata y Julieta Caccavo son las creadoras de Shatss, un revolucionario concepto de negocio que desde hace tres años está cambiando las celebraciones madrileñas. Su propuesta, que se centra en el diseño totalmente artesanal de sombreros y disfraces realizados de goma espuma, es una opción original, económica y divertida, que ha entrado pisando fuerte en el mercado español.

Estas mendocinas lejos estuvieron de imaginarse que un pasatiempo, terminaría siendo un consolidado proyecto profesional con clientes en toda la geografía española. La boda de Andrea fue el empujón que necesitaron para consolidar su plan empresarial. Julieta compaginaba su trabajo de publicista con la realización de diseños en goma espuma para decorar centros comerciales, fiestas de cumpleaños, tiendas de ropa y bares en Argentina, cuando decidió preparar para los invitados a la boda de su amiga, una original colección de gorros que dejó fascinados a todos. Desde ese momento empezó a correr la voz sobre su novedosa idea.

Macetas, hortalizas o jarras de cerveza, son algunos de los atrevidos bocetos que las propietarias de Shatss presentan para llevar en la cabeza. Desde que estas emprendedoras abrieron su taller en el barrio de Carabanchel (Madrid), las despedidas de solteros, las bodas y las fiestas de empresa, tienen un matiz diferente. El trabajo que realizan es artesanal y personalizado, y al igual que cada celebración es única, sus creaciones también lo son.

El catalogo está compuesto por más de 60 opciones diferentes, a los que han ido agregando a petición de los clientes, disfraces, escenografías y juegos.”Hemos encontrado que algunos clientes nos solicitaron también la decoración de todo el salón e incluso la elaboración de juegos gigantes, como el mapa de la búsqueda del tesoro o una diana con sus dardos.” comenta Andrea.

Obras de arte hechas de goma espuma
Julieta y Andrea son especialistas en trazar todos los escenarios y disfraces posibles en goma espuma. Ejemplo de ello fue su trabajo para una actividad empresarial en el Campus del Emprendedor de la Comunidad de Madrid, donde recrearon el mundo laboral, representado a través de todos los planetas del sistema solar, así como la reproducción de una tubería de 2 metros de diámetro, para una fiesta de empresa. “Nos han solicitado la fabricación de algunas piezas muy laboriosas, pero gracias a la flexibilidad y a la libertad que te brinda la goma espuma para crear, podemos realizar prácticamente cualquier tipo de decoración”, explica Andrea.

A un material de producción industrial y de uso cotidiano en colchonería y tapicería, le sacan el mayor provecho con la realización de escenografías y grandes esculturas de poco peso, que no sólo son fáciles de transportar y montar, sino que además son económicas y duraderas.

Colegios, tiendas de ropa, o el diseño de mascotas publicitarias, son otras de las áreas de trabajo de Shatss, que hicieron que en el año 2007, la Cámara de Comercio de Madrid y la Confederación de Empresarios Madrileños (CEIM) les reconociera por su destacado espíritu emprendedor con el premio a la Innovación Empresarial.

Esto les ha abierto muchas puertas y es un gran estimulo. «Este galardón fue una grata sorpresa y una excelente forma de publicidad porque, gracias a ello, muchas personas, medios de comunicación y clientes potenciales se interesan en nuestro proyecto”, asegura Andrea.

Para adquirir los originales complementos de Shatss, es necesario pasar por su tienda virtual, donde se puede solicitar la fabricación de elementos decorativos para teatro, televisión o la inauguración de una tienda, así como el diseño de disfraces, piñatas o gorros personalizados.

Al mes pueden llegar a vender alrededor de 1.000 sombreros, con un precio promedio de 11 euros, aunque su producción se incrementa en época de bodas y navidad. Andrea señala que lo más solicitado es la ‘peluca sixty’ para las despedidas de solteros, así como la reproducción de logotipos de empresas.