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“El Síndrome de Ulises está entre la frontera de la salud mental y la enfermedad mental”

17 Sep

El “Síndrome de Ulises” es una variante del estrés que fue identificada por el psiquiatra Joseba Achotegui cuando observó que muchos inmigrantes “sin papeles” enfermaban presentando síntomas similares. En la actualidad un fenómeno tan natural y positivo, como lo es el hecho de emigrar, se está convirtiendo para millones de personas en el mundo, en un proceso que posee unos niveles de estrés tan intensos que llegan a superar la capacidad de adaptación de los seres humanos. La Odisea cuyo protagonista es Ulises, ha dejado de ser un fascinante poema épico griego para pasar a ser la realidad, la historia y la tragedia de 200 millones de inmigrantes que sufren el Síndrome del Inmigrante con Estrés Crónico y Múltiple, también conocido como el “Síndrome de Ulises”.

El psiquiatra Joseba Achotegui, fundador y director del Servicio de Atención Psicopatológica y Psicosocial a Inmigrantes y Refugiados del Hospital Sant Pere Claver de Barcelona (SAPPIR), presentó en Casa Amèrica Catalunya la conferencia: “Emigrar en situación extrema: el Síndrome de Ulises”, con el fin de plantear uno de los problemas más graves de la actualidad.

El acto que fue organizado de forma conjunta por la Oficina del Plan de Ayuda al Retorno (OPAR) y Casa Amèrica Catalunya, contó con la presencia de Oriol Amorós, Secretario de Inmigración de la Generalitat de Catalunya. Amorós resaltó la importancia de los nouvinguts por su aportación económica, social y cultural.

Además, el secretario señaló que “los catalanes no podemos olvidar que Cataluña fue salvada por América Latina y que cientos de personas se exiliaron en México, Chile y Argentina. Cataluña no debe olvidar que tiene una deuda histórica con América Latina”, puntualizó.

Achotegui habló acerca de su investigación, con respecto a los niveles de estrés a los que se encuentran sometidos los inmigrantes y que en algunos casos, se traducen en patologías mentales, debido a la incapacidad de adaptarse a la nueva realidad y a la lejanía de los seres queridos.

El nombre de Síndrome de Ulises para determinar el estrés crónico y múltiple que pueden sufrir algunos inmigrantes que están sometidos a situaciones extremas, según las palabras del director del SAPPIR, “busca dignificar la figura de los miles de inmigrantes que en España y en el mundo cada día, luchan con el mismo ahínco con que lo hizo Ulises, para salir adelante; anhelan como este semidiós reunirse con sus seres queridos, y en la actualidad los Ulises son de carne y hueso”.

Siete tipos de duelos en la inmigración
Para este psiquiatra aunque nadie enferma mentalmente por inmigrar, existen situaciones de estrés que pueden incidir de forma negativa en la salud metal de quienes deciden establecerse en otro país. “En primer lugar está el hecho de que esas personas son más vulnerables y, en segundo lugar, y tal vez el más crucial: la sociedad de acogida, porque si la persona que acaba de llegar se enfrenta a una sociedad hostil y el entorno le rechaza, su situación de estrés aumenta considerablemente”, explica.

La familia y los seres queridos, la lengua, la cultura, la tierra, el estatus social, el contacto con el grupo de pertenencia y los riesgos para la integridad física, son los siete duelos inherentes al proceso migratorio. Todas las personas que emigran los sufren en menor o mayor medida, dependiendo de las circunstancia en las que se encuentre cada persona, tanto el su país de origen como en el lugar de acogida.

Según Achotegui existen tres formas distintas de elaborar estos duelos: un duelo simple, un duelo complicado y el último, y con el cual se identificaría el Síndrome del Inmigrante con Estrés Crónico y Múltiple, es el duelo extremo: “Cuando se realiza un viaje en patera, cuando se adquieren deudas para poder emprender el sueño americano o europeo, cuando se emigra dejando atrás hijos pequeños, familiares enfermos, y que no existen ni la posibilidad de traerlos, ni tampoco la posibilidad de viajar. por falta de documentación, por las trabas burocráticas o por problemas económicos”, aclara.

El Síndrome del Estrés Crónico y Múltiple
Este síndrome se caracteriza, en primer lugar, porque las personas sufren una serie de “estresores” (situaciones que le producen estrés) o duelos, y en segundo lugar, porque aparecen un conjunto de síntomas psíquicos y somáticos que ya empiezan a relacionarse directamente con la salud metal de las personas que lo padecen.

Situaciones estresantes como la soledad forzada por tener que dejar a los hijos o a los familiares, el miedo a fracasar en el proyecto migratorio y la vergüenza, la lucha por sobrevivir y el miedo físico, hacen que un inmigrante padezca un estrés crónico. Pero sobre todo el miedo a la integridad física es el que tiene efectos mucho más desestabilizadores que el miedo de tipo psicológico, ya que las posibilidades de respuesta son mínimas. “La combinación de soledad, el fracaso en el logro de los objetivos, vivencias de carencias extremas y terror son la base psicológica y psicosocial de este síndrome”, asegura Achotegui.

En cuanto a los síntomas, los inmigrantes que padecen el Síndrome de Ulises, sufren con más frecuencia tristeza, tienen sentimientos de culpa, lloran con frecuencia, están nerviosos, irritables, padecen de insomnio, tienden a decir mentiras, están más confundidos, y normalmente sufren de dolores de cabeza y fatiga.

In-migraña
El profesor de la UB, comenta que el dolor de cabeza muy intenso y permanente, es uno de los síntomas más característicos del Síndrome de Ulises. En un estudio realizado en el año 2005, 76,7% de los pacientes con el síndrome padecían cefalea. “Como vimos que el porcentaje de sufrir cefalea era mayor en los inmigrantes que en los autóctonos, decidimos ponerle el nombre de In-migraña”, puntualiza.

A pesar de que en el año 2003 el Col·legi Oficial de Metges de Barcelona, editó un manual llamado “Quaderns de la bona praxi: Els immigrants i la seva salud”, como una herramienta para que los profesionales sanitarios pudieran tratar y prevenir este tipo de situaciones, los médicos continúan desconociendo este tipo de síndromes, y lo peor de todo es que, en la mayoría de casos se diagnostican erróneamente enfermedades mentales.

Al final de la intervención, el psiquiatra señaló que “se tiene que tener claro que el Síndrome de Ulises está entre la frontera de la salud mental y la enfermedad mental y que desde la Generalitat de Catalunya se está adelantado un programa para prevenir y tratar este tipo de síndromes

De momento, la Organización Mundial de la Salud no cuenta con ningún proyecto en este sentido y la salud metal sigue siendo la cenicienta de la sanidad pública, mientras 200 millones de personas en el mundo pueden estar padeciendo el Síndrome de Ulises.

Más Información
www.migra-salut-mental.org
Tel: 933-248-894

Publicado el 9/11/2007. Tribuna Latina

“La palabra inmigrante, debe tener fecha de caducidad”

17 Sep

La otra cara de la diáspora: Una mirada de la inmigración desde los partidos políticos, fue el nombre con el que se realizó en la Casa Amèrica Catalunya, una mesa redonda con el fin de poner, una vez más, en el tapete cuestiones como: el derecho al voto de los inmigrantes, el proceso de “acomodamiento”, y el discurso de algunos grupos políticos con una clara identidad xenófoba.

En el marco de las cuartas jornadas de sensibilización por Colombia y su segunda muestra de cine, se organizaron conferencias y mesas redondas para debatir temas como el conflicto interno y la violencia en Colombia, así como la diáspora que miles de personas viven en el mundo. Todas las actividades estuvieron acompañadas de piezas audiovisuales a través de las cuales, los autores compartieron sus emociones, sentimientos y reflexiones sobre lo qué pasa en éste país, y su visión sobre el proceso migratorio.

La inmigración vista por los políticos, las acciones de sus partidos y las soluciones a diversos problemas que aquejan a los nouvinguts, fueron los temas de discusión, de esta jornada de debate que contó con la participación de Ricard Gomà, quinto teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Lídia Santos i Arnau, del Partido Socialista de Catalunya, Àngel Miret, de Convergència i Unió, y Pere Bosch Cuenca, de Esquerra Republicana de Catalunya. El gran ausente: el Partido Popular, cuyo secretario de Inmigración y Cooperación, Rafael López, también estaba invitado.

La dinámica de esta mesa redonda estuvo marcada por los propios asistentes. Ellos fueron los primeros en intervenir exponiendo sus puntos de vista y contando algunas de sus experiencias como inmigrantes en España, para después, preguntar a los ponentes su visión sobre los inmigrantes, el derecho al voto en las elecciones municipales y el porqué de tantas trabas burocráticas.

¿Cómo ven los políticos a la inmigración?
Todos los representantes de los partidos políticos coincidieron en que la inmigración es positiva para Cataluña y España. También coincidieron en que debe haber una ordenación de los flujos migratorios y en la creación de un pacto nacional de inmigración, todos considerados elementos fundamentales para combatir la inmigración ilegal y generar políticas de igualdad. Se trata de asegurar oportunidades para todos.

No obstante, Ricard Gomà, señaló que además hace falta, la creación de una ley que regule la globalización en todos los aspectos y que se modifique la ley de Extranjería: “La actual ley no sólo es nefasta sino que además es una herramienta más de exclusión y discriminación para los inmigrantes”, aseguró.

Con respecto al derecho al voto de los inmigrantes, Lídia Santos i Arnau comentó que “mientras los grupos políticos no se pongan de acuerdo, esta propuesta no se hará realidad, pero que sin duda es parte del proceso de acomodamiento de los inmigrantes.” Y luego agregó que “el esfuerzo por lograr la integración es un compromiso que debemos adquirir todos, porque tanto los inmigrantes como los catalanes, estamos formando esta nueva sociedad, en donde las decisiones nos competen a todos”.

Por su parte, Àngel Miret aseguró que, en estos momentos, todos los partidos políticos dirían que están de acuerdo en que los inmigrantes con residencia puedan votar, pero tanto en la práctica como en sus discursos electorales, no se hablaría de esta opción tan abiertamente. Según su opinión, de momento la única vía para acceder al voto es a través de la nacionalidad, donde señaló que también existen discriminaciones: “No entiendo por qué hay ciudadanos de países que sólo necesitan dos años para acceder a la nacionalidad y otros necesitan cinco y en algunos casos hasta diez, eso es otra forma de exclusión”, comentó.

Pere Bosch fue enfático al decir que España no puede tener abiertas las puertas de par en par, para que entren todas las personas que lo deseen, y que los inmigrantes que residan de forma legal deben disfrutar de los mismos derechos y deberes que cualquier otra persona que haya nacido en España, de tal manera que les permita integrasen verdaderamente en la sociedad de acogida. “Pienso que la etiqueta de inmigrante debe tener fecha de caducidad, porque después de un tiempo estás personas que han venido de fuera deben ser considerados como ciudadanos, y su derecho al voto también se debe tener en cuenta”, expresó.

Hem de trencar els tòpics
Con respecto a la aparición de grupos políticos en Cataluña cuya identidad es claramente xenófoba, así como los recientes ataques racistas a inmigrantes, los ponentes fueron contundentes al responder que es necesario romper con los tópicos de la inmigración y realizar una labor pedagógica ante la sociedad de acogida y los nouvinguts.

Frase como: “Menos inmigrantes, más parking para todos”, o “aquí no caben más inmigrantes” fueron lemas usados en las pasadas campañas municipales por el partido Plataforma per Catalunya, el cual logró obtener algunas representaciones en localidades como Vic, El Vendrell (Baix Penedès) y Manlleu (Osona) y el apoyo de algunos sectores de la sociedad. Ante la pregunta de qué opinión les merecía que partidos de extrema derecha fueran ganando terreno en Cataluña, los representantes no se mostraron preocupados porque señalaron que estos partidos han obtenido una mínima representación y el conjunto de la sociedad está abierta a que vengan inmigrantes, siempre y cuando se haga de una forma ordenada, regulada y repudian abiertamente los actos de racismo como los presentados en los últimos días.

“Es normal que tengamos miedo a lo desconocido y a los cambios, pero lo que no se puede permitir es que la inmigración se politice y se use muchas veces en contra de la misma población”, comentó Santos i Arnau, quien además señaló que para combatir este tipo de actitudes es necesario que se hagan y se gestionen de manera correcta más políticas de inmigración, así como más leyes de barrio en donde todos los vecinos puedan participar y poner sus puntos en común.

Al final de la jornada, que se interrumpió poco antes de lo previsto, porque tanto los asistente como algunos representantes políticos querían participar en la manifestación convocada por Sos Racismo, y las asociaciones ecuatorianas de Cataluña, para expresar su apoyo a la menor ecuatoriana que el pasado 7 de octubre fue agredida por un joven de 21 años en un tren de los Ferrocarriles de la Generalitat, todos se mostraron en desacuerdo con este tipo de actos racistas, y condenaron el ataque.

Publicado el 2/11/2007 .Tribuna Latina